En una época en donde los desarrolladores de videojuegos parecen haber perdido el norte creativo, las historias y los personajes del pasado aparecen como una alternativa más que apetecible para generar nuevos títulos (y atraer nuevos billetes). Es así como las franquicias legendarias se extienden hasta el infinito (y a menudo hacia direcciones absurdas), los “nuevos” juegos son calcos de títulos populares y los reboots se ven con mejores ojos.
Este último concepto (que implica un reinicio de una historia famosa que desecha las líneas temporales que conocimos antes) es una de las prácticas en boga en el mundo del entretenimiento y, cómo no, de los videojuegos. Juegos recientes (como DmC) o próximos a salir (como Tomb Raider) son excelentes pruebas de ello y nos hacen pensar en la validez del recurso y, por supuesto, en su motivación.
Así, hemos visto horrores en nombre de un reboot “serio” o “más trabajado”, algo que obviamente nos ha indignado y nos ha hecho clamar a los 4 vientos. No obstante, el recurso es interesante si se utiliza para darle un giro más interesante a una franquicia que deambula en la intrascendencia o si se hace para darle nueva vida a un clásico olvidado por el tiempo. He aquí 5 juegos que prueban que, pese a la creencia popular, los reboots pueden ser algo positivo.
XCOM: Enemy Unknown
Los gamers más viejos recordamos al XCOM original como uno de los puntos más altos en la historia de la estrategia en general y de la estrategia por turnos en particular. Así las cosas, los más optimistas creíamos que lo único que podía hacer el reboot de Firaxis era añadir mejores gráficos y dejar el resto intacto como para no arruinarlo. Pues bien, la evidencia demuestra que nos equivocamos.
Sucede que el estudio norteamericano no solo trajo los esperados cambios gráficos (muy detallados y logrados, por cierto) sino que también tomó todos los aciertos del juego de 1994 y los llevó más allá. Así, lo que a priori puede parecer como un género muy lento para los tiempos que corren, se transformó en un renacer para los juegos de estrategia por turnos. Ello fue gracias a un título que combinó inteligentemente la mecánica del juego original con mayores opciones estratégicas y una acción más dinámica.
Need for Speed Most Wanted
Generalmente, los reboots se dan luego de un buen tiempo en el mercado, en donde cierta franquicia se ha estancado o cierto juego ha quedado tan atrasado que vale la pena intentar ponerlo al día. Ello no ocurre para nada con este Need for Speed Most Wanted que Criterion Games decidió desarrollar a solo 7 años del original. No obstante, las diferencias entre ambos juegos de carreras son notorias y realmente interesantes.
En mi opinión, NFS: MW es un reboot fantástico gracias a la naturaleza más abierta de las carreras, al entramado urbano de la enorme Fairhaven, a la disponibilidad de todos los autos desde el momento cero (lo que nos invita a explorar) y al sistema Autolog que importa un costado más social. Sé que a muchos fanáticos de la saga no les cae en gracia, pero la cercanía del título con Burnout Paradise es algo muy disfrutable, como lo es su modo de conducir, con una dosis rebajada de sensación arcade.
Return to Castle Wolfenstein
Wolfenstein 3D es probablemente uno de los primeros juegos de acción universalmente aclamados por jugadores de todos los géneros, por lo que reimaginar ese mundo podía ser realmente peligroso. Sin embargo, los muchachos de Gray Matter Interactive fueron lo suficientemente cuidadosos y correctos al momento de desarrollar Return to Castle Wolfenstein, un FPS que con el paso del tiempo se ha convertido en un clásico por derecho propio.
Claro, el equipo de trabajo contó con la supervisión de id Software, los creadores del juego original (que seguramente no iban a dejar que arruinen la reliquia que crearon). Así, nos encontramos con una historia diferente a la original aunque con muchos de sus elementos. Los nazis, la temática paranormal siempre sospechada del Tercer Reich, los muertos vivos, el tétrico castillo y el siempre heroico B.J. Blazkowicz vuelven para dar forma a un FPS espectacular.
Doom 3
Y ya que hablamos de juegos de acción clásicos y de id Software, era imposible eludir a Doom 3, otra de las joyas que supieron reinventar una franquicia pionera y exitosa. Este reboot sí que debe haber sido difícil, especialmente porque siempre se señala al Doom original como el que marcó el camino de los FPS por venir. Por eso, que el reboot haya tenido el descomunal éxito que tuvo es doblemente valioso.
¿Y cómo lo logró? Con una historia de trasfondo marciano y demoníaco como en el título original (aunque mucho más desarrollada), un modo multijugador adictivo hasta el infinito, nuevas y potentes armas, y una ambientación espectacular y terrorífica que posiblemente sea una de las mayores responsables del encanto de esta bestia. Como se dijo en su momento, Doom 3 significó el regreso de la franquicia a la vanguardia del género luego de 11 años. No es poco.
Prince of Persia: The Sands of Time
Para cerrar esta lista tenemos una de las más gratas sorpresas que nos dio el ahora lejano año 2003. Sucede que Prince of Persia: The Sands of Time nos hizo recordar todo lo bueno que había tenido el eterno Prince of Persia y lo llevó un poco más allá. De este modo, los puzles, los secretos, los escenarios laberínticos y las trampas estaban de regreso pero junto a ellos llegaron una serie de componentes que harían que este juego se convierta en un reboot de calidad.
Antes que nada, los gráficos y la ambientación de Sands of Time eran sencillamente notables (para la época, claro está) como así también la variedad y la fluidez de los movimientos del personaje (una de las marcas registradas del primer juego). Asimismo, el inteligente método de micro viajes al pasado (cortesía de la Daga del Tiempo) añadió una capa más que interesante para que el juego resulte en una aventura de alto vuelo y grandes desafíos.
